viernes, 17 de diciembre de 2010

business






parecía que su "business" no terminaba de funcionar. ignorado por la multitud pasante, él seguía allí sentado esperando a que alguien se parara para comprarle una galleta con enorme paciencia. yo mientras, observándolo sin perder detalle de sus movimientos. de como de vez en cuando vendía alguna y metía las pocas monedas que le daban en su zapato izquierdo y de cómo a veces, una chica mayor le "zurraba" recriminándole que no hacía bien su trabajo, me comía un tajín. en un momento pensé, cuando lo termine, bajaré y le compraré una. la intención estuvo, pero ya las había vendido todas.
la llegada resultó tardía. su "business" no era tan malo como en un principio se avecinaba...