miércoles, 28 de diciembre de 2011

los cerdos se visten de gala

Innumerables conciertos de tipos y estilos de música diferentes he presenciado. Divertidos y sosos, o tanto emocionantes y arrolladores, como inaguantables y aburridos. Hasta que llegó el momento de cruzarme con Eddie Argos y sus secuaces. Definir su exhibición en la Moby Dick de Madrid es altamente pretencioso y complicado. Decir que fueron una panda de cerdos malolientes y enrabietados los dejaría en mal lugar y daría a entender que son gente indeseable que no merece ni unos 10 segundos de atención en alguna de sus canciones y tampoco pagar ni un céntimo para que puedan seguir ejerciendo dicha profesión. Realmente lo son, pero eso debe matizarse minuciosamente. No hay nada más difícil que aparentar eso, pero tener una clase y talento enormes para movilizar y hacer vibrar a la gente con algo de lo que ellos saben demasiado: hacer buena música. Sudan y huelen mal. Gritan y están cabreados (aparentemente)... pero se visten de gala para la ocasión y no paran de robarnos sonrisas. Ellos son ART BRUT